4/6/11

Última Hora: La "crisis del pepino" se agudiza


http://www.adn.es/lavida/20110530/NWS-1388-pepino-crisis-alemania.html

Esto quiere decir: la crisis del "me importa un pepino". Según algunos analistas, los ciudadanos evitan comer pepino, no debido al pánico provocado por el riesgo infeccioso de cierta bacteria cuyo origen está en disputa, sino más bien como una forma simbólica de protestar y decir lo que realmente piensan, un resquemor acumulado durante décadas, ese gesto que ahora implica demostrar que la sociedad y sus problemas les importan más de lo que muchos creen, y que el narcotismo cívico es asunto del pasado.

Se trata de una nueva dieta. Más bien es una anti-dieta, basada en contrarrestar los excesos y desvaríos de globalizaciones, fatuidades, boom y burbujas inmobiliarias, países de gestas deportivas y fiestas compulsivas, plaf bursátil, avidez por el podio, la pasarela, el palmarés curricular, las radioactividades y cifras con muchos ceros a la derecha, todo mediante el mecanismo de engordar nuestras conciencias críticas y rebeldes, tan famélicas hasta ahora, tan dominadas por la dictadura del monetariado.

Entonces no es que ya importe un pepino. Importan las conciencias rechonchas, con todas sus pudibundeces espirituales expuestas, esas personas que un día se levantan y emprenden viajes al Oriente de su Indignación, hacia la Tierra Ignota de un lenguaje distinto, sin temor a que tal lenguaje les cambie, incluso en sus naturalezas, ni siquiera a que ese lenguaje les disloque el maxilar de tanto gritar y protestar. Errancias y aventuras a esos lugares que parecen oasis lejanos, desiertos o tierras desconocidas para quienes no se han atrevido a decir de frente la palabra BASTA. Lugares con nombres bellos y augurales como Plaza del Sol, y que están a la vuelta de la esquina.

Otras dietas se proponen en nuevas asambleas: contra el petróleo, la sacrosanta liquidez bancaria, las estampidas histéricas de consumo, y contra el hecho de producir automóviles como si fabricáramos zapatos, cocacolas, o yogures. Si así fuera -dice uno por ahí, con cara de chamán loco, poniéndose de pie en medio de los congregados- si así todo esto fuera, y ojalá lo sea, otro gallo, señores, menos gallináceo, menos pavorreal o mandamás, otro gallo, mucho más vivo, y sin que nadie intente negarnos o traicionarnos tres veces antes de que cante, otro gallo cantaría.

3 comentarios:

  1. Esto también es buen tema.
    El gallo cantará.

    ResponderEliminar
  2. esto me hace recordar otro vegetal, hace unos 10 años "Perejil", la isla, lío un un circo de poca monta en el país donde los dos grandes inventos han sido con un palo, el chupa-chups y la fregona... olé!

    ResponderEliminar
  3. Palo también tenía el micrófono donde se acusó al pepino. Los alemanes y su obsesión por el orden. ¡Indemnización real ya!

    ResponderEliminar